Holas babes

Hoy les quiero contar acerca de una reflexión que tuve.

Como he mencionado en entradas pasadas, antes de la pandemia, salía casi todo el tiempo sola, me encantaba ir a comer, a museos, a caminar y hasta al cine sin compañía. Con la pandemia y todos los cambios en la vida me volví muy miedosa en muchos sentidos.

De pronto el hastío me hizo pensar en volver a salir por mi cuenta, pero a la vez siempre me ponía miles de pretextos para no hacerlo y terminaba encerrada en casa. 

Este domingo por fin tuve el valor de volver a salir y aunque no hice grandes cosas, en verdad que disfrute todo y fue totalmente te catartico.

Fui al centro histórico de la ciudad de México, desayuné en un restaurante, me llevé el libro que actualmente estoy leyendo, y mientras esperaba mi orden lo leí, después compré algunas cosas que necesitaba y cuando no supe que hacer simplemente comencé a caminar sin rumbo, y por raro que parezca me sentí como turista en mi propia ciudad, ademas que después de tanto tiempo, vi todo con otros ojos.

Gracias a esa sensación de independencia  y de estar bien conmigo misma me siento motivada a volver a ir de vacaciones sola y mi plan es a hacerlo entre septiembre- octubre cuando haya cumplido un año en mi empleo, si todo sale bien.

Además llegué inspirada a casa, así que tomé un par de cervezas, me puse a dibujar y vi películas que me encantan; Amelie, Alicia en el país de las de las maravillas de 1999 y Coraline. Les dejo unas fotitos de mi maravilloso día. 

En fin esas fueron las reflexiones que tuve en todo este día.

Gracias por leer.